El
premio que recibió la película “Pelo malo” en el festival de
San Sebastián le ha servido a su directora para abordar el tema de
la complicada política venezolana bajo una lectura muy suya y no
ajustada a la verdad.
En
el mismo momento que se cuestiona a un grupo político, se está
atacando a sus seguidores. De ahí, que el cuestionamiento -obvio-
contra el chavismo no debió aparecer en las declaraciones dadas por
Mariana Rondón a El País -luego de ganar la Concha de Oro- dado que ella aboga por la tolerancia y la
unión de los venezolanos, que es lo deseable. Con esa declaración atacaba a esa mitad del país que es chavista. Lo acepten o no, el pueblo chavista existe. Otra cosa son sus politicos corruptos.
Debo
hacer unas aclaratorias antes de empezar a abordar este post
1º-
No soy partidaria del chavismo. Ha sido un gobierno que le ha
hecho mucho daño a Venezuela, pero tampoco soy opositora ya que se
trata de una oposición muy cuestionada y de dudoso proceder en el
seno de sus cúpulas, sus candidatos y en muchos de sus seguidores, no todos.
La oposición le ha dado todas las facilidades al chavismo para
legitimarse en el gobierno, en elecciones fraudulentas, que han sido
posibles gracias a que ha participado un candidato opositor a
sabiendas de que el resultado está arreglado desde antes de la
votación. ¿Cómo cuestionar las tantas elecciones que Chávez le
“ganó” a la oposición?
2º-
Hablo con propiedad de Venezuela porque viví ahí y conozco a su
gente y a sus políticos. Por lo tanto tengo el derecho a opinar
sobre lo que no me es desconocido, aunque viva en Barcelona-Catalunya.
3º-
Paso de premios. No los veo con el mismo atractivo que lo ven otros.
Ni siquiera la Concha de Plata otorgada a España -con quien sí
tengo una gran empatía- me produce una emoción especial.
4º-
No hago cine, ni me interesa hacerlo. Así que no aspiro a un premio
en esta especialidad ni en ninguna otra.
Cierto
que Chávez causó una división entre sus seguidores y sus
detractores. Lo logró porque el terreno de la división estaba
abonado desde hace siglos. Lo que Mariana Rondón no dice es que
entre los opositores existe una intolerancia total hacia el que no
está de su lado. Asumen la misma posición del chavismo. Es
imposible criticar a un líder opositor sin perder a un amigo. Los
dos bandos -oficialismo y oposición- se odian.
Mariana
dice que toda la responsabilidad de lo que sucede en Venezuela es de
Chávez. No es así. Hay que hacer mea culpa y ver qué ha aportado
cada cual a la situación de intolerancia que hay en el país. Cuando
algo no funciona bien, es muy fácil culpar al otro, pero hacerse
responsable de una cuota de responsabilidad es casi imposible. La
clase media vivió siempre mirando hacia otro lado, nunca miraron al
lugar donde viven los pobres: las chabolas o villas miseria.
La
Mariana Rondón que yo conocí
Hace
muchos años coincidí con ella en un curso de guiones de cine. Para
entonces, ella resultaba totalmente inaccesible. Esa unión, que
ahora pide, no la tuvo para entonces. La recuerdo siempre junto a
Gabriela Rangel, hija de un político venezolano. Durante el tiempo
que duró el taller, jamás pude tener una conversación con ella. Ya
Mariana despuntaba hacia una carrera en el cine. Lo que hay que reconocerle es su constancia para hacer cine en un país no ganado para el séptimo arte. Posteriormente
estudió en el la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, un proyecto de Gabriel García
Márquez, entre otros.
¿Cómo se puede
construir un país al lado de quien no te habla? Dar un discurso de
unidad muy bonito -después del premio- y ante gente que no la
conoce, es muy fácil; pero resulta que quedamos personas con memoria
y sabemos que Mariana es absolutamente selectiva, sin pararse a mirar
si el otro es tan o más talentoso que ella o simplemente que, como
ser humano, no hay que subirse en un escalón más alto para mirar a
los demás desde arriba.
Más
palabras de Mariana Rondón
Mariana
Rondón dice: “Cuando volvamos ahora con el premio
todos se apuntarán al carro. No nos importa. Con tal de que eso
contribuya a que se vea la película…”.
Por
mi parte, no vivo en Venezuela y jamas me apuntaría a su carro. Yo
ando con gente sencilla, no con quien se siente superior al resto de
la humanidad.
A
raíz de ese reconocimiento en el Festival de San Sebastián, yo le
pediría que lo use para hacer campañas institucionales contra la
intolerancia y contra esa guerra de los dos grupos políticos. Se
necesita un llamado a la unión de todo el pueblo venezolano, en
todos los sentidos que ella plantea en su declaración al El
País porque no sólo Chávez sentenció la desunión. Es un
mal de todos los venezolanos, es falta de solidaridad para con el
prójimo, es un egoísmo que carcome y una concha de oro no lo va a
resolver si siguen empeñados en ver a un solo responsable.
Admiro
la humildad por sobre todas las cosas y valoro la objetividad a la
hora de hablar de un país. No soy partidaria de vender una sola
versión. Hay que ampliar la mirada porque ese país (Venezuela) se hunde con la
colaboración de todos sus habitantes y los dos bandos políticos. La falta de cultura y compromiso social es general. Gente con títulos universitarios sin capacidad de reflexionar. Personas -muy pobres- a quienes la falta de educación les impide pensar.
Hay
que salirle al paso a declaraciones emotivas producto de la
embriaguez que produce un premio en algunas personas.
Carmen
Guédez
@TintaIndeleble